martes, 27 de marzo de 2012

El Fumoncito de Piedras Gordas


El día de ayer, fui testigo atónito frente al monitor de cómo el señor Antauro Humala consumía descaradamente droga dentro del penal de piedras gordas. Si bien, no es una novedad que estos ilegales hechos ocurran dentro de nuestro precario sistema penitenciario, lo que me causa impresión es la persona que ejecuta los actos y el descaro con el cual lo hace.

Ahora todo tiene sentido. Después de haber visto como el hermano del presidente nos daba cátedra de cómo preparar un buen cigarro de marihuana. Es que, sin lugar a dudas, esas ideas retrogradas y poco convencionales que plantea en su doctrina etnocacerista no podían ser otra cosa que efectos de un potente alucinógeno que le hicieran hablar pachotada y media sin sentir arrepentimiento alguno y además, sentirse seguro y orgulloso de lo que estaba predicando.

Creo que hablo a nombre de muchos peruanos cuando digo que estoy harto de ver como el hermano del presidente se burla de todos nosotros con las gollerías y beneficios que tiene. Entiendo que sea hermano del presidente pero no por eso vamos a dejar que un delincuente (y ahora consumado fumón) ande libre por las calles, como blanca paloma. Primero lo trasladan a una “cárcel” o recinto militar y nos dicen que es por seguridad. ¿Seguridad para quién? Me pregunto yo. Ollanta dice que no sabía sobre el traslado, sin embargo su propio ministro de justicia, Juan Jiménez, lo desmiente. Es ilógico pensar que el presidente no sabía nada del traslado cuando es una decisión tan importante él es el primero que debería estar enterado, sin embargo se desliga por completo y se sume (como siempre) en silencio, tal como nos tiene acostumbrados.

Ahora resulta que podría salir libre pues se lo va a absolver de varios cargos en su contra; cabe destacar que el fumoncito tiene en su haber los cargos de “arrebato”, “rebelión”, “tenencia ilegal de armas”, “daños”, “secuestro” y “homicidio calificado” y de estos 6 cargos lo quieren absolver de 2 (que son los más graves como “secuestro” y “homicidio calificado”). Considero esto una burla, no solo contra nosotros los peruanos, sino también contra las familias de esos heroicos policías que perdieron la vida en el desastroso “Andahuaylazo”.

¿Que pensaran tus seguidores etnocaceristas Antauro? Seguramente dentro de tu ideología pretendes legalizarla para que todos crean en tu pensamiento diarreico y sin sentido. Viva Andrés Avelino Cáceres, Viva el Etnocacerismo, Viva la legalización de la marihuana y los asesinatos impunes.

Espero que no salgas nunca Antauro, no solamente por respeto a la familia de los policías que mataste despiadadamente (seguramente bajo los efectos de la droga) si no porque si sales de tu hueco, estoy seguro que ya no te dedicarías a la política ni a fumar marihuana, si no a comercializarla como tu colega el camarada Artemio para seguir haciéndole un mal a nuestro amado Perú.

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